EL HOMBRE DEL DESAFUERO
“Que nadie los seduzca de manera alguna, porque no vendrá a menos que primero venga la apostasía y el hombre del desafuero quede revelado, el hijo de la destrucción.’’ —El Apóstol Pablo
Los cristianos fieles de la era apostólica se encontraban en un alto estado de alerta y expectativa en lo relacionado con el regreso de Cristo. Como bien sabemos, Jesús y los apóstoles exhortaban con frecuencia a sus seguidores a mantenerse listos y alertas ante la venida del Amo. Eso los hacía muy vulnerables, especialmente cuando se trataba de maquinaciones provenientes de apóstatas, los cuales falsamente afirmaban que la resurrección ya había comenzado y que el día de Jehová era inminente.
Aparentemente, los impostores de ese tiempo también tenían como propósito engañar a los hermanos de Jesús con respecto a la parusía del Señor. Eso se hace evidente si analizamos la carta de Pablo a sus hermanos de Tesalónica. En esa carta él escribió: “Sin embargo, hermanos, tocante a la presencia de nuestro Señor Jesucristo y el ser nosotros reunidos a él, les solicitamos que no se dejen sacudir prontamente de su razón, ni se dejen excitar tampoco mediante una expresión inspirada, ni mediante un mensaje verbal, ni mediante una carta como si fuera de nosotros, en el sentido de que el día de Jehová esté aquí. Que nadie los seduzca de manera alguna, porque no vendrá a menos que primero venga la apostasía y el hombre del desafuero quede revelado, el hijo de la destrucción.” (2 Tesalonicenses 2:1 – 3)
Al igual que los cristianos del primer siglo, durante décadas, los testigos de Jehová de la actualidad han estado muy pendientes del cumplimiento de muchas profecías relacionadas con el día del juicio de Dios sobre este mundo malvado. Eso en sí no es malo, pues la Biblia nos exhorta a vivir nuestra vida en torno al día de Jehová. No obstante, si no tenemos cuidado podemos correr un gran peligro debido a nuestras expectativas. El apóstol Pablo se dio cuenta de eso, y en su carta a los tesalonicenses, él advierte a aquellos que de alguna manera están muy impacientes por la llegada de tal día, ya que corren el riesgo de ser sacudidos de su razón, y ser seducidos a aceptar una falsa y engañosa parusía del Señor.
El capítulo dos de la segunda carta a los tesalonicenses nos da a entender claramente que cierto “hombre del desafuero” es la fuente de mensajes aparentemente inspirados; mensajes que anuncian que el día de Jehová ya está aquí. Es bueno que nos detengamos por un momento, y reflexionemos acerca de lo que esto significa para nosotros.
Aunque los testigos de Jehová creen que el clero de la cristiandad en su conjunto representa al llamado hombre del desafuero, es innegable que de los cientos de grupos religiosos que se identifican como cristianos, solo hay uno muy peculiar que despliega las características a las que hace alusión el apóstol Pablo.
Sí, los testigos de Jehová son el único grupo religioso que puede identificarse como predicador de “expresiones inspiradas” que anuncian la presencia de Cristo Jesús. No es necesario recordar que su organización responde al nombre de la Sociedad Watchtower de Nueva York, conocida actualmente como la Congregación Cristiana de los Testigos de Jehová.
De manera increíble, y cumpliendo al pie de la letra las palabras de Pablo, por muchos años en los miles de salones del reino y asambleas de los testigos de Jehová se han escuchado mensajes verbales, con aparente autoridad, que anuncian que el día de Jehová está aquí y que la presencia de Jesús comenzó en 1914.
LA APOSTASÍA VIENE PRIMERO
El apóstol nos revela que el hombre del desafuero se sienta en el templo de Dios y afirma ser un dios. Las Escrituras nos dicen que el conjunto de los creyentes ungidos en cualquier momento de la historia son el templo de Dios. Por ejemplo, Pablo escribió en 1 Corintios 3:16: “¿No saben que el cuerpo que ustedes son es [el] templo del espíritu santo que está en ustedes?” Además, 2 Corintios 6:16 nos dice: “Porque nosotros somos templo de un Dios vivo.’’
Con eso en mente, podemos darnos cuenta de que el hombre del desafuero no se sienta en el supuesto templo de Dios; tal y como enseña la Sociedad Watchtower. Ni tampoco se sienta en medio de aquellos que falsamente alegan ser el templo de Dios. No, sino que él verdaderamente se sienta en medio del auténtico templo espiritual de Dios; es decir, él se encuentra dentro del grupo íntimo compuesto por los hijos ungidos de Dios. Y, eventualmente, el mencionado hombre del desafuero presuntuosamente se exaltará por encima de todos los demás, lo cual incluye a Jesús mismo.
El hecho que el mensaje inspirado de Pablo va dirigido a los hermanos que son susceptibles a ser seducidos por las trampas y maquinaciones del hombre del desafuero, prueba fuera de toda duda que este se encuentra y se desenvuelve dentro de la verdadera congregación de Cristo. Debido a que la apostasía es desafuero, es razonable concluir que el hombre de iniquidad es la fuente desde donde proviene tal apostasía. Si esto es así, y debido a que tal hombre se sienta dentro del templo de Dios hasta que es desenmascarado por Cristo Jesús durante su presencia, entonces es obvio concluir que el clero de la cristiandad no puede ser llamado de esa manera, ya que el clero de la cristiandad no tiene ningún tipo de autoridad eclesiástica sobre los verdaderos hijos del reino.
En su mensaje, Pablo claramente nos dice que el hombre del desafuero sí tiene autoridad sobre los hermanos de Jesús. Los mensajes de tal hombre son vistos y considerados como “expresiones inspiradas”, y los escritos de él son tomados con la misma autoridad con la que nosotros consideramos las cartas de Pablo y los demás apóstoles. Esa es la razón por la cual Pablo nos exhorta a ejercer precaución y a no dar importancia a los mensajes de tal hombre como si vinieran de los mismísimos apóstoles. En efecto, según las palabras de Pablo, el hombre del desafuero habla y escribe con la autoridad propia de los apóstoles de Jesús, y al desenvolverse dentro de la congregación, es razonable sospechar que tal hombre opera desde los niveles más altos de la organización.
La apostasía de la cual habla el apóstol, y que según él tiene que venir primero antes de la llegada del día de Jehová no es la apostasía que se desarrolló hace siglos y que terminó en la forma de lo que hoy llamamos cristiandad. La apostasía a la cual Pablo hace referencia y que antecede inmediatamente a la parusía de Jesús ocurre dentro de la verdadera congregación de Cristo y es presidida por el hombre del desafuero.
En vista de todo lo que hemos considerado hasta ahora en lo referente a la falsa y errónea doctrina del año 1914, parece ser que el mensaje de Pablo aplica sobre todo a los testigos de Jehová de la actualidad. Pero si tal es el caso, ¿Qué podemos decir con respecto a la predicha apostasía? Sí, ¿Cómo se revelará el hombre del desafuero de la era moderna? Según las palabras del apóstol, la presencia de Cristo, así como su revelación ante el mundo será precedida por una apostasía que tendrá lugar entre los verdaderos cristianos. Debido a ello, nosotros podemos usar estas señales de la verdadera apostasía como una pista y un indicador de la cercanía del día de Jehová; pues como dijo Pablo, la apostasía viene primero.
Como todos sabemos, la Sociedad Watchtower enseña que la apostasía mencionada por Pablo ocurrió casi inmediatamente después de que el cristianismo fue establecido. No hay duda de que sí hubo una desviación de la verdad, y también es cierto que lo que hoy llamamos “cristiandad” no es más que un conglomerado de religiones que tuvieron su origen durante la gran apostasía que sucedió hace muchos siglos. Sin embargo, el contexto de las palabras de Pablo revela algo mucho más profundo, y nos hacen saber que ocurrirá otra apostasía mucho más significativa; una apostasía que sucede inmediatamente antes de la presencia de Jesús y del día de Jehová, y que se da dentro del templo restaurado de Dios.
Las profecías hebreas nos son de gran ayuda para confirmar las palabras de Pablo. Los capítulos 32 y 33 del libro de Isaías en particular, aunque fueron escritos mucho antes que Jesús apareciera en la Tierra, mencionan el juicio del Señor sobre su congregación durante la conclusión del sistema de cosas. Por ejemplo, Isaías 32:1 menciona la gobernación de un justo rey, y nos dice lo siguiente: “Al insensato ya no se le llamará generoso; y en cuanto al hombre sin principios, de él no se dirá que sea noble; porque el insensato mismo hablará pura insensatez, y su corazón mismo se ocupará en lo que es perjudicial, para ocuparse en apostasía y para hablar contra Jehová lo que es descarriado, para hacer que el alma del hambriento lo pase vacía; y hace que hasta el sediento lo pase sin bebida misma. En cuanto al hombre sin principios, sus instrumentos son malos; él mismo ha dado consejo para actos de conducta relajada, para destrozar a los afligidos con dichos falsos, aun cuando alguien pobre habla lo que es recto.’’
El profeta nos dice que antes de la ascensión al poder de cierto rey que gobernará con justicia, ciertos hombres que Dios ve como insensatos son considerados como generosos, y también nos dice que el hombre sin principios es considerado como noble. No obstante, a pesar de su “nobleza” las Escrituras revelan que dicho hombre promueve la apostasía y habla cosas que Dios considera torcidas y deshonestas, al grado de privar de agua a las personas sedientas. En la profecía de Isaías encontramos ciertas similitudes con las palabras de Pablo; similitudes que hacemos bien en analizar. Al igual que Pablo, Isaías nos indica que este “generoso” hombre quedará expuesto durante la presencia de Jesús cuando se menciona el hecho de que los hombres que son tenidos en alta estima por el pueblo de Dios serán denunciados y desenmascarados por el rey que gobernará con justicia.
Es interesante y muy importante comprender que el “hombre sin principios” que menciona la profecía, ostenta un alto puesto de autoridad dentro del pueblo de Dios, al grado de estar en posición de dar consejos; consejos que de alguna manera promueven actos de conducta relajada. Él también se encuentra en posición de negar agua al sediento; lo cual obviamente indica que él tiene la autoridad de dispensar tal refrescante agua. El hecho de que el hombre sin principios sea considerado como noble y generoso, al tiempo que habla cosas que Dios considera torcidas y deshonestas corrobora la advertencia que Pablo nos da respecto a la insidiosa influencia que el hombre del desafuero tiene sobre los hermanos de Jesús.
Si consideramos el hecho que la directiva de la Sociedad Watchtower continúa enseñando mentiras respecto a la fraudulenta presencia de Jesús que supuestamente inició en 1914, y si tenemos en cuenta que la gran mayoría de los testigos de Jehová considera a dichos hombres como nobles y generosos, y dependen de ellos para su alimento y bebida espiritual, entonces es obvio concluir que la Sociedad Watchtower está destinada a causar la ruina de los afligidos, por medio de sus falsos dichos y enseñanzas. Sí, con frecuencia la Sociedad Watchtower se exalta a sí misma frente a los testigos, y presume de ser el generoso instrumento que Dios utiliza para dispensar el sano alimento espiritual que necesitamos; al tiempo que con petulancia desmedida se jacta ante sus feligreses de ser el esclavo fiel y discreto que ya fue nombrado sobre los domésticos del Amo.
Pero, ¿De qué manera la Sociedad Watchtower habla lo que es torcido ante Dios? Un ejemplo de cómo esta institución habla lo que es torcido ante Jehová lo vimos en el capítulo anterior, donde mencionamos la ridícula y fantasiosa enseñanza del paraíso espiritual del que tanto presumen los testigos de Jehová. Al afirmar que Jehová Dios ya estableció un paraíso espiritual dentro de una organización que está plagada de los mismos males y perversidades que aquejan al resto del mundo, estos hombres de manera sutil e indirecta atribuyen estos males al Dios Altísimo. ¿De qué manera? Bueno, no necesitamos ser muy inteligentes para darnos cuenta que este tipo de perversidad hace ver muy mal a Jehová, pues lo muestra como un Dios incapaz e impotente de prevenir estos crímenes, o como un Dios que puede prevenir estos males, pero los permite, a pesar de haber sido él mismo quien proveyó tal paraíso.
Sí, la presunción y las afirmaciones de dicha organización solamente pueden considerarse como insensatez. No hay duda que “sus instrumentos son malos”, pues ellos utilizan simples razonamientos y parámetros humanos, así como decretos organizacionales para establecer un fraudulento “reino de los cielos” sobre aquellos que están bajo su autoridad e influencia.
Las Escrituras claramente indican que tales apóstatas se encuentran dentro de los niveles más altos de la organización hasta el día de la siega, cuando son consumidos por el fuego de Cristo. Isaías nos revela que el juicio de Dios también se efectúa en contra de aquellos que “se encuentran lejos”, es decir, en la parte periférica de la organización, y en contra de los que están cerca de Sión; es decir, en el corazón de la institución. Esto es lo que Jehová expresa con respecto a ellos en Isaías 33:11- 14: “Ustedes conciben hierba seca; darán a luz rastrojo. Su propio espíritu, como fuego, se los comerá. Y los pueblos tienen que llegar a ser como las quemas de cal. Como espinos cortados, serán encendidos con fuego mismo. ¡Oigan, ustedes los que están lejos, lo que tengo que hacer! Y conozcan, ustedes los que están cerca, mi poderío. En Sión los pecadores se hallan llenos de pavor; el escalofrío se ha apoderado de los apóstatas: ‘¿Quién de nosotros puede residir por tiempo alguno con un fuego devorador? ¿Quién de nosotros puede residir por tiempo alguno con conflagraciones de larga duración?”
Aunque los testigos de Jehová están ciegos con respecto a la apostasía que promueven aquellos que ellos consideran como nobles y generosos, el Dios Altísimo no lo está. Él mostrará su poderío cuando prenda fuego sobre “la hierba seca” y sobre “el rastrojo”; expresiones que representan las obras muertas, y las enseñanzas apóstatas, vacías e inútiles, que los hombres nobles y generosos han acumulado a través de los años. La conflagración de larga duración purgará de una vez y para siempre a Sión; es decir, a la verdadera y eterna congregación de Cristo. Sí, el hombre del desafuero y sus huecas y vacías enseñanzas serán eliminados para siempre.
EL HIJO DE LA DESTRUCCIÓN
De manera muy significativa, el apóstol Pablo se refirió al hombre del desafuero como “el hijo de la destrucción”. Es interesante notar que esta expresión solo aparece en dos ocasiones en las Escrituras; una vez usada por Pablo, y otra vez usada por Juan cuando hizo referencia a Judas Iscariote. En Juan 17:12 se menciona una oración de Cristo, y ahí leemos: “Cuando estaba con ellos yo los vigilaba por causa de tu propio nombre que me has dado; y los he guardado, y ninguno de ellos es destruido sino el hijo de destrucción, para que la Escritura se cumpla”.
La profecía que se cumplió en Judas la encontramos en el Salmo 41:9, donde leemos: “También el hombre que estaba en paz conmigo, en quien yo confiaba, que estaba comiendo mi pan, ha engrandecido contra mí [su] talón.’’ Además, El Salmo 109 que es profético en su naturaleza, también nos habla del hijo de la destrucción: “Cuando se le juzgue, que salga como alguien inicuo; y que su oración misma llegue a ser un pecado. Resulten pocos sus días; su puesto de superintendencia tómelo otro.’’
Obviamente, para poder traicionar la confianza de una persona, primero tenemos que ganárnosla. Es muy interesante considerar los paralelos que encontramos entre Judas Iscariote y el hombre del desafuero de la era moderna. Judas Iscariote era una persona de confianza, y un superintendente dentro del círculo íntimo de Jesús, junto con los otros 11 apóstoles. Por lo tanto, es razonable inferir que el hombre del desafuero de la actualidad es un hombre o un grupo de hombres que ocupan un cargo muy importante de superintendencia dentro de la verdadera congregación de Cristo. Además, tal como Judas se sentó en la misma mesa de Jesús durante la última cena y compartió el pan junto con los demás apóstoles; de igual manera, el hombre del desafuero también participa del pan y del vino junto con el resto de los demás ungidos durante el Memorial de la Muerte de Cristo que se celebra cada año. Al ocupar un puesto de confianza, el hombre del desafuero de la era moderna se encuentra en una posición en la que puede tratar traidoramente; algo que llegará a hacer en contra de la entera congregación cristiana durante la hora de la autoridad de la oscuridad que cada día se acerca más y más.
De manera interesante, algunos aspectos de la profecía que encontramos en el Salmo 109 no parecen aplicar a Judas. Por ejemplo, en el versículo 16 leemos: “No se acordó de ejercer bondad amorosa, sino que persistió en seguir tras el hombre afligido y pobre, y tras el desalentado de corazón, para dar[le] muerte.’’
Este Salmo parece describir el resultado de la nefasta y destructiva presencia del hombre del desafuero. No hay duda que durante el tiempo de confusión y aflicción que se avecina, el desánimo y la decepción se harán evidentes en todas partes. El Salmo 10 habla de aquellos que se encontrarán confusos y afligidos, y serán víctimas del hombre de iniquidad, el cual los acechará: “Se queda acechando en el lugar oculto como un león en su guarida. Se queda acechando para llevarse por fuerza a algún afligido. Se lleva por fuerza al afligido cuando tira de su red. Este es aplastado, se inclina, y el ejército de abatidos tiene que caer en sus fuertes [garras].’’
Los escritores cristianos advirtieron que hombres con tendencias animales infiltrarían la congregación de Cristo durante los últimos días. El apóstol Judas comparó a estos hombres con rocas sumergidas debajo del agua que representarían un peligro y una amenaza para los ingenuos. Tal y como los apóstoles de Jesús ignoraban la traición de Judas incluso después de que Jesús le dio el pedazo de pan que lo identificaba como el traidor durante la cena de la pascua, de igual manera, el salmista identifica al hombre del desafuero, y nos dice que él acecha como un león ocultado en su guarida. Sí, como buen depredador nocturno, el hombre del desafuero ha permanecido oculto dentro de la organización.
El momento en el que él tiende su trampa sobre el ingenuo pueblo de Jehová ocurre durante la parusía de Cristo, cuando el incremento de la apostasía predicha en las Escrituras resulta en el desánimo y en el enfriamiento del amor entre hermanos. No hay duda que cuando las cosas no resulten como se esperaban, muchos desertarán y perderán la fe.
“LOS APEROS DE UN PASTOR INÚTIL”
Otra profecía que se cumplió en Judas la encontramos en el libro de Zacarías. El capítulo 11 de ese libro predijo que un pastor traicionaría a Cristo por 30 monedas de plata; las cuales terminarían siendo arrojadas en las arcas del templo. El libro de Mateo nos habla del cumplimiento de esta profecía, y nos dice lo siguiente: “Entonces Judas, que lo había traicionado, viendo que [Jesús] había sido condenado, sintió remordimiento, y devolvió las treinta piezas de plata a los sacerdotes principales y a los ancianos, diciendo: “Pequé cuando traicioné sangre justa”. Ellos dijeron: “¿Qué nos importa? ¡Tú tienes que atender a eso!”. De modo que él tiró las piezas de plata en el templo y se retiró, y se fue y se ahorcó”.
Jehová Dios ha estructurado las profecías de tal manera que algunos aspectos menores de ellas se cumplen mucho antes de su cumplimiento pleno y mayor. Por lo tanto, el cumplimiento antiguo de tales profecías nos provee pistas y parámetros de cosas por venir. Debido a ello, podemos concluir que tal como Jesús fue traicionado al final de los tres años y medio de su ministerio, de igual manera, el ministerio terrenal de la Novia de Cristo también llegará a su fin a manos de sus traidores.
Zacarías predijo que el pastor excelente sería golpeado y que sus ovejas serían esparcidas. El capítulo 11 de ese libro nos da detalles que difícilmente aplicarían al rebaño del primer siglo. Ahí leemos: “Esto es lo que ha dicho Jehová mi Dios: ‘Pastorea el rebaño [destinado] a la matanza, cuyos compradores proceden a matar[las] aunque no se les tiene por culpables. Y los que las venden dicen: “Jehová sea bendito, mientras yo gane riquezas. Y sus propios pastores no les muestran ninguna compasión a ellas.’’
Tal como Judas traicionó al Hijo del hombre por 30 piezas de plata, estos perversos pastores hipócritamente también bendicen a Jehová, al tiempo que traicionan a las ovejas del Señor en su afán por ganar riquezas. Esto claramente indica que ellos fungen y se hacen pasar como pastores y ministros cristianos. Aparentemente los pastores que venden a las ovejas de Jehová y las envían al matadero componen al hombre del desafuero. Para que ese hombre pueda sentarse dentro del templo de Dios es necesario que Jehová permita que él tome el control total y absoluto de su organización por un breve periodo de tiempo.
Aparentemente eso es lo que nos dice Zacarías en su profecía, pues ahí leemos: “Y Jehová pasó a decirme: “Toma todavía para ti los aperos de un pastor inútil. Porque, mira, voy a dejar que se levante en la tierra un pastor. A las [ovejas] a las cuales él rae y no dará atención. A la joven no buscará, y a la [oveja] quebrada no sanará. A la que se estacione no suministrará [alimento], y la carne de la gorda comerá, y las pezuñas de las [ovejas] arrancará.’’ (Zacarías 11:15 – 16).
Pero, ¿Quiénes son los “compradores” a quienes se les venden las ovejas de Jehová? Zacarías nos responde esa pregunta en el versículo 6 de ese mismo capítulo: “Porque no mostraré más compasión a los habitantes de la tierra —es la expresión de Jehová—. De modo que aquí voy a hacer que la humanidad se halle, cada uno en la mano de su compañero y en la mano de su rey; y ciertamente triturarán la tierra, y no libraré de su mano”. Este versículo nos indica que el juicio sobre la casa de Dios sucede durante un periodo de tribulación en la cual se juzga a toda la humanidad. Zacarías 11:6 está en armonía con numerosas profecías que revelan un genocidio global como preludio al juicio final.
SEGÚN LA OPERACIÓN DE SATANÁS
En su carta a los tesalonicenses el apóstol Pablo nos indica que Dios permite a Satanás llevar a cabo una “operación de error”. Él escribió: “Pero la presencia del desaforado es según la operación de Satanás con toda obra poderosa y señales y portentos presagiosos mentirosos, y con todo engaño injusto para los que están pereciendo, como retribución porque no aceptaron el amor de la verdad para que fueran salvos. Por eso Dios deja que les vaya una operación de error, para que lleguen a creer la mentira, a fin de que todos ellos sean juzgados por no haber creído la verdad, sino haberse complacido en la injusticia.’’
Las escrituras indican que para que una persona se salve del juicio adverso, debe amar la verdad. Los testigos de Jehová afirman estar en ella, pero su verdad actual consiste en todo lo que la Watchtower afirme que posee veracidad. De hecho, incluso hay un dicho que habla de “mantenerse al día con la verdad actual”. ¡Una admisión directa de que lo que es verdad hoy puede no serlo mañana! Sin embargo, amar la verdad implica mucho más que conocer lo que la Biblia realmente enseña acerca de ciertas cuestiones.
Al analizar la confianza que tienen los hermanos en la Watchtower, podemos llegar a la conclusión de que la operación de error que Dios permite sobre ellos debe provenir de personas que están íntimamente asociadas con el templo espiritual. Esta operación tiene como objeto el que ellos sean juzgados. Debido a ello, es evidente que existe una gran conexión entre la operación de error, y el futuro juicio de la casa de Dios. Podemos ver, entonces, que aquellos que creen la mentira son personas que están bajo la influencia de falsas enseñanzas provenientes del hombre del desafuero, el cual promueve una falsa parusía de Jesús. El apóstol nos advierte que, para lograr tal fin, Satanás recurre a todo tipo de portentos presagiosos para dar crédito al hombre del desafuero del cual provienen estos mensajes ‘’inspirados’’.
Como mencionamos anteriormente, el hecho que Pablo exhorta a los cristianos a no ser sacudidos de su razón es prueba de lo poderosa que es la obra de Satanás, pues tales portentos presagiosos tienen como objetivo engañar a los cristianos ungidos. Esto lo decimos porque el mundo entero yace en el poder del inicuo; y debido a ello, Satanás no necesita esforzarse mucho para engañar a aquellos que ya han sido engañados, ¿O sí? Las Escrituras nos dicen que Satanás extravía a toda la tierra habitada; por lo tanto, la operación de error mencionada por Pablo debe ser algo diferente y más sofisticado. Pero, ¿En qué podría consistir esta satánica operación?
Por favor, analice esta pregunta: ¿Podría considerarse algo extraño por parte de Satanás el Diablo, quien en el pasado ha demostrado una gran astucia al infiltrarse dentro del pueblo de Jehová de la antigüedad empleando todo tipo de trampas y trucos, el implantar en la mente de los Estudiantes Internacionales de la Biblia del siglo XIX la idea que el año 1914 era un año marcado por la profecía bíblica, y por medio de “obras poderosas” orquestar la primera guerra mundial de tal manera que coincidiera con las erróneas, impacientes, e indiscretas expectativas de ellos?
Aunque había rivalidades políticas y económicas entre las diferentes naciones europeas de ese tiempo, el hecho que la primera guerra mundial fue desencadenada por una bala de un asesino solitario demuestra la relativa facilidad con la que los poderes espirituales demoníacos pueden lograr sus objetivos en el momento conveniente para ellos. Y aunque a través de su historia, la humanidad ha sido afligida por todo tipo de plagas y pestes, no debemos ser tan ingenuos, ni descartar la posibilidad que Satanás sea capaz de crear y dispersar algún tipo de virus o enfermedad – como la gripe española – la cual coincidió con el inicio de lo que llegó a conocerse como la Gran Guerra, y creó el espejismo de que los jinetes del apocalipsis ya habían sido desatados. Sí, fue de esa manera como los Estudiantes de la Biblia fueron sacudidos de su razón.
Las persecuciones y juicios que se efectuaron en contra de la Organización Watchtower; especialmente el injusto encarcelamiento de Rutherford y algunos de sus hermanos allegados, así como su subsecuente falsa “liberación de Babilonia la grande” han servido como portentos presagiosos, y han embaucado a la directiva de Betel, de tal manera que en la actualidad ellos están súper convencidos, y han hecho creer a sus adeptos que la ramera religiosa ya ha caído.
Los problemas y dolores de cabeza de la organización duraron aproximadamente tres años y medio, -de 1916 a 1919- lo cual es una réplica de los 1260 días que anuncia la profecía. ¡cuánta astucia por parte de Satanás! Posteriormente se estableció la Liga de Naciones en 1919; una institución que fue alabada por muchos clérigos como “la expresión política del reino de Dios sobre la Tierra”. Este acontecimiento también pareció ser el cumplimiento de algunas profecías bíblicas. Sí, esto fue un portento presagioso más.
Posteriormente, en los años 20’s, la Sociedad Watchtower promovió y patrocinó una serie de asambleas y convenciones anuales en las que se pronunciaron varias resoluciones que fueron consideradas como declaraciones del juicio divino en contra de Satanás y su mundo. Aunque tales declaraciones han sido olvidadas; especialmente por aquellos en contra de quienes fueron pronunciadas, aun así, esas declaraciones siguen sirviendo como obras poderosas y portentos mentirosos para los ingenuos e ignorantes que creen que muchas profecías aterradoras del libro de Apocalipsis se cumplieron en ese tiempo.
Con el advenimiento del nazismo, el holocausto judío, y la segunda guerra mundial, los testigos de Jehová fueron objeto de despiadada persecución. Esto fue presentado por la Sociedad Watchtower como una señal irrefutable de que Satanás y sus demonios habían sido expulsados de los cielos a la Tierra, y que ahora ellos eran los responsables del torrente de persecución que se vivía en contra de aquellos que daban testimonio acerca del reino de Dios. De manera por demás sorprendente, durante la segunda guerra mundial la Sociedad Watchtower pronosticó la “resurrección” de la ya fallecida Liga de Naciones, y cuando la Organización de las Naciones Unidas surgió, parecía que se hubieran cumplido sus palabras. Hasta el día de hoy, la Sociedad Watchtower usa este ejemplo como prueba de sus “proezas” como intérprete de las profecías bíblicas.
Sin embargo, el libro de Revelación nos dice que la resurrección de la bestia que sale del abismo da inicio al juicio de Dios sobre toda la humanidad. Por lo tanto, la realidad nos indica que el establecimiento de las Naciones Unidas de ninguna manera fue el cumplimiento de la profecía pregonada por Betel. Debido a su terca actitud e inicuo proceder, el talento interpretativo de la organización puede considerarse más como un engaño injusto, que como una fuente de guía confiable.
Ahora bien, no estamos insinuando que la organización no ha servido a Jehová. De hecho, el que la organización sea portadora del Nombre Divino y dé testimonio acerca del reino de Dios de una forma en que la cristiandad jamás podrá hacerlo la hace muy especial, y la convierte en el objetivo más importante de la subversión satánica. No debemos olvidar que Dios mismo permite esto a fin de probar a su pueblo. En efecto, el hombre del desafuero ejercerá autoridad sobre la congregación cristiana hasta el día en que Jesús llegue con sus poderosos ángeles, a fin de acabar con toda la iniquidad que existe dentro de su congregación.
La advertencia que Pablo da a sus hermanos con respecto a las señales mentirosas y portentos presagiosos que son el producto de una operación satánica solo sirve para reafirmar la advertencia que Cristo Jesús dio a sus seguidores: “Entonces si alguien les dice: ‘¡Miren! Aquí está el Cristo’, o: ‘¡Allá!’, no lo crean. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas y darán grandes señales y prodigios para extraviar, si fuera posible, hasta a los escogidos. ¡Miren! Les he avisado de antemano. Por eso, si les dicen: ‘¡Miren! Está en el desierto’, no salgan; ‘¡Miren! Está en los aposentos interiores’, no lo crean.’’
No es ninguna exageración el decir que el detalle más prominente de la profecía que Jesús dio a acerca de su presencia son las repetidas advertencias y admoniciones que se nos dan para no ser engañados por los muchos falsos cristos y profetas que se levantarán durante el tiempo del fin. Sí, debemos tomar en serio la advertencia de que ellos efectuarán grandes señales y portentos presagiosos.
En este capítulo hemos demostrado que cierta operación de error que utiliza una falsa parusía de Cristo ya se ha manifestado. No obstante, debemos recordar que el Señor Jesús hace mención de un engaño mucho mayor que aún no está presente, pues ese engaño ocurre durante la verdadera presencia de Jesús. El hecho de que Jesús dijo que vendrían muchos falsos cristos y profetas acompañados de grandes señales y prodigios nos hace sospechar que existe la posibilidad de que nosotros también podamos ser engañados. Tristemente, las serias advertencias de Jesús caen en oídos sordos cuando hacemos caso a los consejos del hombre del desafuero. Él nos hace creer que la Sociedad Watchtower es una guía fiel y confiable en todo tipo de aspectos.
Nosotros no debemos bajar la guardia cuando se nos dice que el nefasto hombre del desafuero es parte del conglomerado que compone a las iglesias de la cristiandad. No hay duda de que esta diabólica enseñanza es parte de las sutiles seducciones que Satanás ha utilizado en contra de la organización, pues se nos hace creer que nosotros no corremos el menor riesgo, pues difícilmente un testigo de Jehová de a pie sería seducido o engañado por el clero de la cristiandad ahora o en el futuro.
Trágicamente, la mayoría de los hermanos se encuentran bajo la influencia de oráculos falsos íntimamente asociados con la Organización Watchtower, y eso ciertamente disminuye y quita valor a la advertencia de Nuestro Señor. ¡Por eso no debemos sorprendernos ante el hecho de que Jesús nos advierte tantas veces acerca del mismo peligro!
Aunque aquellos que son considerados como apóstatas fuera de la congregación son motivo de preocupación para los testigos de Jehová, es mucho más aterrador saber que existen este tipo de personas dentro de la organización, las cuales están ocultas entre sus máximos dirigentes y aún no han sido desenmascaradas. Los apóstoles superfinos de los días de Pablo; los cuales, siguiendo el ejemplo de su amo, se transformaron astutamente en ministros de justicia, nos sirven de ejemplo para mantenernos alerta. Tal parece que el astuto Diablo se ha transformado magistralmente una vez más en un ángel de luz dentro de los círculos más altos de la directiva de los testigos de Jehová; después de todo, ¿Qué podría ser más efectivo y letal que convencer a los propios hijos e hijas de Jehová que Jesús ya ha vuelto, y que ya ha dado su aprobación incondicional e irretractable sobre lo que ellos consideran el esclavo fiel y discreto, cuando en realidad ese no es el caso?
Hablando por medio del profeta Isaías durante el tiempo en el que se efectúa el juicio de Dios, Jehová les recuerda a aquellos a los que él llama “sus testigos,” la época en la que le eran fieles y no había ningún dios extraño entre ellos. El “dios extraño” entre “mis testigos” solo puede ser Satanás el Diablo y su nefasto hombre del desafuero; el cual, según Pablo, se sentará dentro del templo de Dios y presumirá ser el mismo un “dios”.
Por una parte, este ‘’dios extraño” ha seducido y convencido a los testigos de Jehová al hacerles creer que él no tiene ninguna influencia sobre “la organización visible de Jehová”, al tiempo que, por medio de portentos presagiosos, el Engañador Mayor le ha dado credibilidad a su ídolo institucional, de tal manera que este ha convencido a la mayoría de una falsa parusía inventada por el Padre de la Mentira. ¿Qué otra cosa sino la nefasta y asquerosa influencia de Satanás puede explicar satisfactoriamente la incomprensible y terca actitud de Betel; una actitud que nos induce a creer en doctrinas falsas y fantasmagóricas que esclavizan?
Sin embargo, como mencionamos anteriormente, esto es solo el principio. Los engaños más increíbles e impresionantes de Satanás se darán durante la conclusión del sistema de cosas. Será en esos momentos tan críticos cuando se levantarán falsos maestros y falsos profetas que afirmarán de manera convincente que Cristo se encuentra en el desierto o en los “aposentos interiores”.
No debemos descartar la posibilidad de que esos “aposentos interiores” sean una referencia al “santuario’’ interno de la misma Sociedad cuando por fin el hombre del desafuero se quite la máscara y afirme que es un dios.
Podemos decir que el escenario se encuentra listo, y debemos ser conscientes de que nuestro amor por la verdad será puesto bajo prueba cuando tengamos que rechazar la autoridad de la Watchtower durante la auténtica y verdadera presencia de Jesús.
Debido a que las Escrituras indican que el engaño promovido por Satanás al inventar una falsa parusía precede inmediatamente a la verdadera manifestación de Cristo, eso significa que el desarrollo de la apostasía mencionada anteriormente acontece primero. Por eso nos preguntamos, ¿Ha sucedido eso ya? ¿Qué evidencia existe entre los testigos de Jehová que nos convenza de que ya se está cumpliendo esta parte de la profecía?
Un aspecto de la mencionada apostasía está relacionado con el adulterio espiritual de la mencionada organización, así como su “romance” con la Organización de las Naciones Unidas. Los detalles de este sórdido y grotesco amorío se presentarán en el próximo capítulo.